Ficha de Catherine Moore

Descripción psicológica:
Es una chica muy dulce. Es amable, cariñosa, simpatica, tal y como suelen ser los de su raza y tal y como sus padres le han enseñado a ser. Catherine no sabe ser mala, ni sabe guardar rencor a nadie. Le gusta mucho ser pacifica. Suele enfadarse a menudo, pero los enfados no le duran ni cinco minutos, al momento ya esta pidiedon perdon o dando otra oportunidad a la persona que la hace enfadar.
Aficiones:
Curar y ayudar, leer libros, escuchar musica.
Manías:
Morderse las uñas.
Miedos y fobias:
La oscuridad, el fuego, los demonios.
Sueños:
Viajar por el mundo
Historia:
Catherine nacio hace poco poco mas de 80 años, en la isla donde actualmente vive. Sus padres la adoraban, a pesar de que su padre solia ausentarse a menudo durante sus primeros años de vida, intentando buscar por todos los medios a su hermano gemelo, del cual sus padres le hablaron mucho cuando ya empezo a entender las cosas.
Vivia una vida lo mas normal de un angel, sus padres empezaron a enseñarle a usar sus poderes angelicos desde una edad temprana, y tambien le enseñaban a reconocer a los distintos tipos de raza que poblaba la isla. De vez en cuando se mudaban de un pais a otro, cada vez que las sospechas sobre lo poco que crecia ella se iban notando.
Hace cosa de un mes, Catherine se dirigia de camino a una tienda porque necesitaba hacer unos recados de su madre, cuando ella noto una presencia demoniaca y se asusto mucho. Sin importarle que alguien pudiera verla, hecho a correr a velocidad angelica, pero casi llegando a su casa el demonio la alcanzo, en ese momento su padre llegaba del trabajo y se interpuso entre ambos, defendiendo a su hija, el demonio escapo.
Los dias ivan pasando y sus padres habian triplicado su proteccion y vigilancia, para mantener segura a su hija, y ella se encontraba cada vez mas agobiada, asi que recogio sus pertenencias mas preciadas y las que iba a necesitar y se fue de su casa, escapando cuando tenia que ir al colegio, y sin dudarlo se dirigio a la isla donde ella nacio, ya que la añoraba mucho.