Caos {Cassian Vannsak}

Aún podía ver los ojos grises furiosos de mi padre. Recordaba como había temblado en aquel momento. Miedo, puro y terrible miedo. Lo descubrió ¿Cómo no hacerlo? Me fue difícil disimular mi perturbación durante aquellos días. Maldije a Jake, a mi madre y a los escritos, a mí misma también por empezar a leer en vez de seguir viviendo en mi feliz ignorancia. El punto es que se enteró, encontró la caja tallada, en aquellos momentos estaba vacía, por suerte.

¿De dónde..has sacado..esto?- Su voz temblaba, pero no por la enfermedad que lo asediaba, sino por el odio que intentaba contener. No pensaba delatar a mi hermano ¡Sería hombre muerto! Por algún extraño motivo el convaleciente recuperaba fuerzas, y no era algo que me favoreciera en este momento ¿Lo amaba? Por supuesto, más que a nadie. Pero no me gustaba que me engañaran, aún sabiendo que poseía motivos para hacerlo.

Cuando escuché el crujido de la madera y el chirrido del metal comprendí que era momento de desaparecer. de la misma forma que hacía cuando era una niña, ocultándome debajo de mesas o en troncos huecos esperando a que pasara el conflicto. Pero ahora yo había ocasionado todo esto ¿Qué haría? Lo usual, me oculté en el bosque, llevando mi reciente adquisición conmigo. La enterraría en un sitio seguro.

Caminé como si tuviera rumbo, moviendo la maleza y las ramas que se colocaban en mi camino. Comenzaron a aparecer unas especies de restos. Estructuras demolidas por el tiempo, que datarían de más de un siglo. Finalmente encontré una casa abandonada en el medio de la nada. Era de piedra, con tocho alto y constaba de dos habitaciones, un baño muy antiguo, no contaba con sistema de cañerías, una cocina con horno de barro y una especie de sala multiuso. No estaba en el mejor de los estados, pero me parecía un sitio fantástico en aquel momento. Un suave y persistente crujido captó mi atención. Observé el suelo,caí en la cuenta de un detalle que había pasado por alto, la estancia estaba llena de huesos ¿Qué rayos había sido este sitio?

Observé con más detalle las paredes, hasta localizar unos oxidados grilletes ¿Una prisión antigua? ¿Aquí en el medio de la nada? No era mala ubicación, nadie se atrevía a adentrarse tanto en el bosque, nadie que no tuviera alguna defensa fuera de lo corriente, por lo menos. Me preguntaba de que época dataría todo esto...

Caminaba tranquilamente por el bosque sin preocuparme de quien hubiera alrededor, aunque se me oía por mis pisadas rompiendo hojas secas y ramas de por medio. Pensaba en la gente que vivía sus vidas tontamente intentando ser felices cuando luego la desgracia aparece cuando menos te lo esperas llevándose todo lo que tienes y dejarte en la miseria.
A ratos durante el paseo por el bosque, cerraba los ojos quedándome quieto para escuchar la naturaleza, reconocía que me gustaba oír esos sonidos por la tranquilidad y el relax que causaban, calmando así el espíritu pero al abrir los ojos me sentía de nuevo como en una ilusión de la que uno se libera muriéndose, ya que todos dejábamos de existir en algún momento, significaba entonces que lo llamado realidad era una simple ilusión, una venda que nos tapaba los ojos y pensé... ¿qué habría más allá de esa venda? nunca lo sabría, ya que al parecer era inmortal, no envejecía y cualquier herida era regenerada al instante.
Decidí por tanto descansar aunque no lo necesitaba, pero me apetecía relajarme y me senté en el suelo recostándome en el tronco de un árbol cerrando los ojos pero con la cabeza como si mirara al cielo y escuchando atentamente a la naturaleza.

Coloqué el diario debajo de un cerámico suelto y volví a arreglar un poco la tierra y los huesos, así parecería natural, o por lo menos no sería tan evidente. Este lugar me daba un poco de mala espina, por lo que preferí tomar aire fresco, el día era precioso y ya había encontrado el escondite que precisaba. Me apoyé en la entrada y observé el verde pasto que crecía por la zona, tapando cualquier resto de actividad humana.

Había alguien más allí. Podía ver parte de su cuerpo, despreocupadamente tendido sobre la hierba. Ropajes oscuros, piel extremadamente pálida...y en el medio del bosque. No podía ser ninguna cosa buena, eso seguro. Primero, se necesitaba una resistencia física notable para llegar entero acá..y había algo en él, algo que no cerraba. Además, para estar tan despreocupado en un sitio así se necesitaba mucha confianza en las habilidades de defensa propia. Estaba segura de que él la poseía. Quizás sería mejor salir por la ventana del baño, de manera que no pudiera percibir mi presencia, o no con tiempo suficiente como para plantarme frente.

Me encontraba tomada del borde de la ventana. Estaba bastante alta, supongo que para que los presos no se escapen, es una medida bastante prudente, por lo que tuve que hacer puntillas para llegar a ella. Hice fuerza con los brazos para poder elevarme y pasar por el orificio. Tan cerca...pero no. La madera que cubría el borde se partió con un ruido seco, y yo caí sobre el lavamanos, haciéndolo trizas. Pero eso no era lo malo del asunto, si no el ruido que había provocado. Peor que una estampida de elefantes. Me dolía absolutamente todo, y sentía una sustancia cálida fluyendo por mi cuello y mi torso Me observé en un sucio espejo de cuerpo entero. Sangre, que manaba de las heridas provocadas por el material incrustado en mi piel. Saqué los trozos con rapidez, para que no hicieran más estragos. Mierda,mierda,mierda,mierda y ¡Más mierda

Seguía sumergido en mis pensamientos, pensando en lo bien que era la tranquilidad de la naturaleza, el aire fresco y sin presencias humanas alrededor, los animales eran otra cosa, al menos para mi eran más importantes que los despreciables humanos, siempre cazando lo que era diferente a ellos, sin la aceptación de otras especies salvo la suya.
Oí un ruido que alteró mi distracción y decidí ir a ver que era exactamente pero tardando lo menos posible usando mi hipervelocidad pude ver a una jovencita con trozos clavados y sangrando, pero pude sentir que no era humana, de serlo ya habría muerto, por lo que sin preocuparme del todo y suponiendo que estaría bien aunque no me interesara, me giré dándome la media vuelta y esperé fuera suponiendo que saldría ya que sabía a ciencia cierta que no permanecería mucho más rato aquí, nadie se atrevería a andar a sus anchas por este lugar y seguro que ella no sería la excepción.
-Seguro que estará bien. Susurré pensando de esa manera y volví a echar un vistazo rápido sin que pudiera verme y esperando que se fuera sin problemas, podía sentir cierto parecido conmigo aunque no sea del todo como yo, aunque en realidad no es que me interese y tampoco me importaba, solo era una chica como las demás, bueno, puede que un poco torpe ya que nadie se mataría de esa manera, por suerte ella no morirá, ¿por suerte? no sabía si me refería a la buena o a la mala suerte pero ni quería pensar en la buena, nadie tiene buena suerte, al menos la gran mayoría que son cazados por los humanos