En busca de empleo (Jake D. Skarsgard)

Caminando por las calles, se hizo de noche y decidí ir a tomar algo, entonces busqué un bar para poder tomar algo. Al llegar a las puertas de un bar, vi que había una chica hablando dentro con un chico de la barra, miré si estaba cerrado pero al parecer no y decidí entrar a tomarme algo, me dirigí a la barra y me senté a dos asientos de la chica mientras esperaba a que me atendiera, pensé en donde podría estar mi hermana, hacía ya dos siglos que no la había visto y aunque no me importaba, tenía que darle algo, además de que seguramente estuviera con nuestro padre, un demonio al que oigo por dejar a mamá sin más y llevarse a mi hermana, aunque no le haría nada, simplemente no me preocuparía si se muriese.

Pensaba cuanto tardaría en venir el camarero pero para mi sorpresa vino la chica y pude oír como que la pondría a prueba y miré sonriendo amablemente. -Buenas noches, querría una cerveza y... algo para picar, lo que sea. Dije sonriendo mientras sonriendo amablemente la miré a los ojos y luego vi al tipo de la barra, pensaba en lo guapa que era su nueva ayudante, supuse que cualquiera que la mirara lo pensaría pero era una lástima que no soliese permanecer tanto tiempo en un mismo lugar, no llegaría a conocerla aunque podría hacer una excepción, entonces oí voces fuera y de repente entró un grupo de personas, cuatro personas más bien, al parecer tenían la pinta de los típicos alborotadores y se dirigieron a una de las mesas más apartadas pero el último llegó a rozarle una de las nalgas a la chica, entonces pensé que de ser mía el tipo estaría muerto, pero quería ver un poco de escena, suponiendo que sea del tipo de chicas con carácter fuerte.

Sonreí con amabilidad mientras vi el tortazo que le dio la chica al tipo que le rozó parte de su nalga y reí por lo bajo, entonces miré al chico asustado yendo con los demás y con la marca de la bofetada intentando aguantar la risa, ese tío era más idiota de lo que solía aparentar, pero seguro que los demás serían igual, entonces oí como los demás hablaban preguntándole como permitían que una mujer le dejase en ridículo frente a sus amigos, entonces deducí en la clase de tipos que era y podrían liarla parda, sería mejor que interviniera o harían que la chica perdiese el trabajo, entonces vi como se levantaba el chico algo nervioso y temblando, pero no solo él, se levantaron todos y junto a él se acercaron a la chica y uno le dijo antes de exigirle que le debía una disculpa por la ostia que le había soltado, me preparé para intervenir en cualquier momento pero esperando el momento oportuno, me fijaba en cada movimiento de los chicos preparado para protegerla, aunque no la necesitase, quería lucirme delante de ella, quizás gane una cita como muestra de agradecimiento, aunque sería inútil si realmente aunque la ayudase, no me necesitase.

Oí lo que decía y reí por lo bajo de nuevo, entonces vi que salía su jefe y le daba lo que pedí, entonces ella me lo trajo pasando de ellos y sonreí mirándola. -Gracias, ah y... no les hagas caso, son una panda de cabritos. Dije sonriendo y se acercaron los cuatro a ella diciendo que esperaban aún la disculpa, entonces sonreí mirándola y le susurré. -Si queréis me ocupo yo, para que no te despidan. Dije sonriendo mientras tomé un trago de cerveza y pillé un par de frutos secos y me los metí en la boca empezando a masticarlos esperando su respuesta ante mi sugerencia o las palabras necias de los otros. Supuse que no me necesitaría pero si de verdad le importase conservar su trabajo... ya veríamos lo que ocurre, podría echarlos aunque me preguntaba si me echarían por no ser alguien normal, ya que seguramente el dueño sea humano como esos chicos, porque sabía que ella no era humana.

Sonreí escuchándola y me levanté cogiendo de la muñeca a uno de los tipos que estaba a punto de tocar a la chica y no debía permitir que su estupidez pudiera contagiarla, entonces le devolví la mano de mala manera y me interpuse entre ellos. -Si queréis disculpas, hablad con la madre que os parió, por haber criado a pedazos de mierda como vosotros. Dije mientras esperaba que se centrasen en mi y dejasen en paz a la chica, entonces cuando el de delante se enfurecía preparándose para golpearme, le golpeé primero dándole un buen puñetazo y echándolo hacia atrás, entonces moví un asiento de la barra para que se tropezaran y cayeran al suelo, entonces vi que el jefe venía y me giré con rapidez haciendo que hablaba con la chica y cogí un par de frutos secos metiéndomelos en la boca, entonces me giré al oír al jefe preguntar lo que estaba pasando aquí y me encogí de hombros como si no supiera nada.

Sonreí amablemente y cogí su mano y besé el dorso de su mano como si fuera un caballero a una dama, entonces la miré a los ojos sonriendo. -Un placer mi lady, mi nombre es Jake, y no tenéis que dar las gracias, me caes bien y siempre estaré dispuesto a ayudarte, por cierto... Dije sonriendo mientras me ponía en el otro lado y le susurré. -Después de todo... los humanos son unos bárbaros, ¿verdad? Sonreí mientras esperaba alguna respuesta suya, supongo que eso la haría saber de que no era humano, a menos que ya lo supiera de antemano, entonces miré a los tipos levantarse y sacudiéndose las ropas, entonces se fueron a la mesa más lejana mientras nos miraban a ratos con miradas asesinas, el jefe de Christie se puso detrás de la barra a ordenar y guardar cosas, entonces miré a la chica sonriendo y cogí el vaso bebiendo un par de tragos de cerveza. -Bueno, por el momento mantendrás el trabajo, la próxima vez, vuelve a llamarme, te ayudaré con gusto, ah por cierto, buen manotazo, querría asistir a la próxima función. Dije sonriendo mientras la miraba a los ojos admirando su belleza y sorprendiéndome de mi mismo al notar que me sentía atraído por ella, no sabía si por su genio, carácter o simplemente era ella misma quien me atraía..

Sonreí escuchándola y asentí, al parecer ella tenía más de un siglo, me preguntaba cuántos años tendría pero era de mala educación preguntar la edad a una dama. -¿Le apetecería a mi lady acompañarme esta noche? Sonreí mirándola. -Bueno, no solo ahora, ¿cuándo sales? Pregunté sonriendo mientras bebía un sorbo más de cerveza y pillé un par más de frutos secos masticándolos y tragándomelos, entonces mire sonriendo a sus ojos mientras esperaba una respuesta. Me sentía raro mientras estaba a su lado pero intentaba no hacer caso de lo que sentía y que poco a poco iba aumentando sin darme cuenta.

Sonreí escuchándola y me alegró saber que estaba ya lista, entonces pillé la cerveza y no paré de tragar hasta bebérmela toda y luego cogí el platito de los frutos secos y los puse todos en mi mano para llevármelos todos a la boca y mientras masticaba dije con la boca llena. -Ya estoy. Dije sonriendo y tragué los frutos secos, entonces metí mi mano en el bolsillo sacando un billete, suficiente para pagar ambas cosas y algo más como propina, entonces miré a Christie sonriendo. -Vos primero mi lady. Dije sonriendo cediéndole el paso para que ella fuera delante y le susurré. -¿No os parece divertido hablar así? si prefieres hablemos normal, como gustéis. Dije sonriendo mientras la miré aún sonriendo y antes de marchar pillé una servilleta de papel para limpiarme la boca.

Sonreí escuchándola y la llevé hasta la salida y abrí la puerta esperando que pasara ella primero y mirándola a los ojos suponiendo lo furiosos que estaban menos uno, que la temía y era de esperar, tenía mucho genio pero me parecía una de las personas más agradables y sonriendo mientras pensaba en que más decir. -Elige el lugar, soy nuevo y hace nada que estoy aquí, por lo que tú diriges mis pasos. Dije sonriendo mientras esperaba su respuesta y eché un vistazo hacia los cuatro tipos que apartaron sus vistas de nosotros y se pusieron a sus cosas, entonces me giré para prestarle toda mi atención a Christie, sintiendo cada vez más una atracción inexplicable hacia ella.

Sonreí escuchándola y pensé hacia dónde podríamos ir, a penas conocíamos nada y al parecer ella se alojaba en el hotel, y quizás yo también debería hacerlo para pasar aquí la noche y quien sabe, quizás me quede una temporada por ella. -Podemos echar a caminar y ya veríamos a dónde nos llevan nuestros pasos, si nos perdemos pues nos perdemos, pero ya me ocuparé yo de buscar el hotel para que estés de vuelta. Dije sonriendo y pensé en lo bien que me lo pasaría a su lado, además de lo bien que me sentía pudiendo ver su sonrisa, reconocía que me gustaba mirarla y que ojala pudiera vivir solo con contemplarla, me daría por satisfecho pero seguía sin entender que me pasaba y sin hacer caso aún sabiendo que cada vez me sentía más atraído hacia ella esperando aún su respuesta señalé ambas direcciones, con la mano izquierda señalé el lado derecho y viceversa entrecruzando mis brazos.

Sonreí escuchándola y le cogí de la mano entrelazando mis dedos con los suyos lentamente, entonces tiré ligeramente de ella hacia mi para ir por el lado donde yo estaba. -Vamos por aquí si quieres, y ahora que lo dices, te acompañaré al hotel, no tengo lugar donde quedarme por el momento y estaría bien tener un techo y una cama. Dije sonriendo mientras desenredé nuestros dedos lentamente acariciando su mano y sintiendo que estaba fría, pude deducir entonces que era una vampiresa, pura o semi aún no lo sabía, pero tampoco es que me importara del todo, entonces una vez desenredado lo entrelazado acariciando su mano después con delicadeza la aparté del todo suponiendo que podría molestarse, recordando la marca del manotazo que le dio al humano aunque fue divertido, no lo sería tanto si lo recibiera yo, tenía que reconocerlo.

Al parecer se había molestado que la tocara, solo quería que supiera por donde ir aunque supongo que por el momento será mejor utilizar nada más que las palabras, por lo que intenté actuar como si estuviera realmente arrepentido y me disculpé. -Lo siento, no pensaba que te molestaría tanto, perdona. Dije intentando parecer triste y caminé un poco por delante de ella sin hablar pensando que podría estar molesta y quien sabe, podría marcharse sin más por lo que en silencio caminaba sin rumbo fijo y sin mirar de lado a lado al cruzar la carretera, pensaba en lo que le hubiera pasado en su vida como para molestarse por un simple roce, porque habían chicas que no se molestaban incluso algunas encantadas pero ella era distinta, me costaría mucho ganarme su confianza, solo la conocía de hace no más de dos horas y podía no tener derecho ni a acariciarla aunque le gustó el beso de antes en la mano y me sonreía, supuse que tenía que espabilarme solo aún, ya que sin nadie a quien conozca en este lugar, me iría en poco tiempo.