Paseando por la orilla (Alastor)

Hacia un día buenísimo, y eran las siete de la tarde cuando salí de mi nuevo hogar. Solo esperaba que no se me hiciera tarde, o me veía a las nueve menos diez corriendo hacia casa, ya que a las nueve y poco mas cuando se escondía el sol, mi cola me salia automáticamente estuviera o no en agua. Camine por puro instinto hasta la playa, y al llegar allí me dirigí todo lo que pude hasta quedarme en el limite de la orilla, donde no llegaba el agua ya que hoy no venia a nadar, y observe hacia el horizonte antes de suspirar hondo. Amaba el mar, pues era mi hogar, y me encantaba el agua.

No pude evitar sonreir al ver a lo lejos, en el horizonte, un grupo de delfines que saltaban sobre el agua. Alce mi mano a la altura de mis hombros, haciendo un discreto saludo. Camine un par de metros de donde estaba, alejandome del agua por prevencion, y me sente cruzando las piernas, sin apartar la vista del agua, los delfines seguian jugando a lo lejos, ya que siempre tenian conexion con las sirenas y tritones.

Estaba tan ensimismada con los delfines que no me percate que alguien había llegado a la playa, a donde yo me encontraba, hasta que escuche una voz masculina y no pude evitar dar un respingo y después echar a reírme levemente de mi misma, sonriendo al chico.
-Pues si, aunque no hay nada mas bello que un ser acuático, ¿no crees? -Pregunte con una amplia sonrisa, llevando una de mis manos al collar que siempre llevaba atado a mi cuello, ya que me lo regalo mi madre cuando cumplí 16 años.

Alce la vista al chico, y vi como un pájaro salia volando, el cual estaba hace un momento en su hombro. Asentí a su comentario, tenia toda la razón del mundo. Me puse de pie, para estar a la misma altura, o casi, ya que yo era algo mas bajita que el.
-Por supuesto. Por cierto, mi nombre es Sophie, es un placer conocerte. -Dije mirándolo con una amplia sonrisa mientras extendía mi mano hacia el, como el típico saludo. La verdad es que este chico me inspiraba mucha confianza.

Estreche su mano sonriendo antes de soltarla y llevarme las manos a la espalda, entrelazando mis manos.
-Bonito nombre, Alastor. -Dije sonriendo sinceramente. Observe los pajaros y sonrei al oir su comentario- Cierto, son una monada. -Dije adelantando una de mis manos, para acariciar a uno de los pajaros.

El pájaro dudo unos segundos, pero después se dejo acariciar, y sonreí observándolo. Escuche el comentario de Alastor sobre mi nombre y sonreí mirándolo, encogiéndome de hombros, con modestia.
-Gracias, la verdad es que siempre me ha gustado. -Dije sonriendo mirándolo mientras bajaba mi mano- ¿Ibas a algún sitio, Alastor? Porque si no, te puedes sentar aquí conmigo, y hablamos un poco. Llegue hace nada a este pueblo, y no conozco a nadie.

Sonreí al escucharlo y me senté al mismo tiempo que el observando la playa que en estos momentos estaba desierta, días así adoraba venir, a veces acababa dándome un baño, pero hoy no seria el día, tenia compañía. Me gire hacia Alastor, al oír su pregunta y sonreí mirándolo.
-En realidad no lo se, es simplemente que quería estudiar, y ya acabe mis estudios obligatorios, ademas siempre es bueno independizarse, y salir de casa. -Dije sonriendo. A parte de que siempre había querido vivir entre humanos corrientes, pero eso no podía decírselo a el.

Sonreia observando el horizonte y los delfines, pero en ese momento se me congelo la sonrisa en una mueca de horror y me puse de pie rapidamente, cuando vi aparecer un grupo de tiburones pequeños, pero tiburones al fin y al cabo. En ese momento oi el comentario de Alastor, pero no habia tiempo para eso.
-No hay tiempo para eso, tengo que hacer algo ya. -Dije con urgencia mas para mi misma que para el. En ese momento no pense en que mi secreto quedara al descubierto, ni en otra nada mas que en los pobres delfines. Heche a correr hacia el agua y segui corriendo los pocos segundos que mi cola tardo en aparecer ya en el agua. Empece a nadar lo mas rapido que pude, sin pensar en otra cosa que en mis hermanos, los delfines.

Me detube a mitad de camino al ver primero la bola de luz que despues la luz exploto cerca de los tiburones, viendo como estos huian. Me gire mirando a Alastor bastante sorprendida, y suspire notablemente aliviada. Le sonrei, tendria que agradecerselo. En ese momento los delfines se acercaron a mi y me gire hacia ellos sonriendo.
-¿Estais bien? ¿No os han hecho nada los tiburones? -Pregunte observandolos y acariciando a uno de ellos. Estaban bien, por suerte- Tened cuidado, ¿vale? -Dije antes de girarme y hechar a nadar hacia la orilla, mordiendome el labio. Me detube en la orilla mirandolo sonriendo, agradecida y a la vez curiosa- Vaya, increible. Muchas gracias, de verdad. -Dije sonriendo mientras me arrastraba hacia la arena seca, ya no tenia sentido esconder mi cola y la playa seguia desierta.

Sonrei mirandolo, el agua aun mojaba parte de mi cola.
-Gracias, me la cuido mucho. -Dije acariciando las escamas de mi cola- Yo siempre me salgo sola arrastrandome, y no me vendria mal una ayuda para estar en arena seca, pero no quiero mojarte, no hace falta que te molestes, y ademas es que en mi forma de sirena peso bastante. Suerte que la playa esta desierta. -Dije sonriendo, apoyandome en los brazos para seguir arrastrandome. Ahora tardaria un rato en secarme y volver a mi forma humana.

Sonrei al escucharlo.
-Pero peso.. bastante -Dije voiendo como me cogia en brazos con delicadeza, pase mis brazos por su cuello para agarrarme a el en el corto trayecto. Me ruborice mirandolo- Gracias -Dije apenas en un susurro cuando me solto donde mismo estabamos antes- Mmm, perdona la pregunta, pero.. ¿que eres? -Pregunte tratando de no ser descortes, era simple curiosidad, y tambien tratando de quitarme los nervios, ya que su cercania me habia puesto nerviosa.

Sonrei al escucharlo, un angel, siempre me habian llamado la atencion esos seres. No pude evitar reir un poco al escuchar que el no iba en ropa interior con un arco.
-Desde luego, llamarias mucho la atencion si fueras asi vestido. -Dije sonriendo mirandolo. El obviamente si sabia lo que yo era. Sonrei asintiendo mientras acariciaba las escamas de mi cola- Asi es, yo soy una sirena, ahora mismo se nota bastante. Aunque no ese tipo de sirenas que conquistan chicos con una melodia. -Dije riendo. Eso era muy habitual escucharlo en el mundo humano, pero no era cierto.

Aparte la mirada, ruborizada de nuevo y observe como los delfines se alejaban nadando. Sonreí, ya que nadar era algo que me encantaba. Mis manos se encontraban en mi cola, casi estaba seca, no tardaría mucho en que volviera a tener forma humana.
-Gracias -Dije sonriendo levemente- ¿Vosotros podéis volar? Esa parte de los ángeles siempre me ha gustado. -Dije mirándolo.