Vista de un amigo (+18) (Drew)

Luego de haber heco la limpieza de la casa, haber tomado una ducha y por fin haberme decidido por un cpojunto apr avestir estaba lista apra recibir a mi invitado; Drw era un viejo amigo a quien no veía desde hacía mucho, incluso antes de la muerte de mi madre, de hecho dudaba que él supiera algo de eso.
Estaba bastante nerviosa por su llegada, hasta donde recordaba la última vez que nos vimos ambos teniamos la apariencia de niños y siendo honestos por lo menos yo había cambiado demasiado al punto que habían muchos chicos que no me dejaban de mirar y eso era bastante incomodo aunque yo sabía, o al menso epseraba, que no tuvieran malas intenciones conmigo; cada minuto que pasaba me ponia más nerviosa, la verdad era que cuando era niña me gustaba mucho Drew y bueno, era natural que estuviera nerviosa, queria saber que era lo que iba a sentir ahora.

Caminaba por las calles para llegar a casa de una vieja amiga que hacía tiempo que no veía, y de tanto tiempo que no sabía nada de ella, me sentía raro pensar que vería a alguien que apenas recordaba, aunque los recuerdos de ella eran muy felices y siempre me lo pasaba bien a su lado, entonces cuando llegué piqué al timbre esperando a que me abriera y esperé mientras recordaba lo que hice antes de salir, me había preparado para la ocasión que creía que sería especial y estaba algo nervioso pero por lo general bien y quería verla, saber cuanto había crecido y cuanto habría cambiado.

Cuando escuché el timbre mis nervios entraron en crisis, la verdad era que no recordaba mucho sobre cuando conocí a Drew, solamente que siempre que estaba cerca a él era feliz, claro que en ese entonces yo era muy diferente, estava nerviosa por la impresion que yo podria causarle en ese preciso momento, luego de respirar profundamente un par de veces finalmente me decidi a abrirle la puerta, cuando lo vi sonreí de inmediato, desde mi punto de vista se había convertido en un chico muy guapo, eso me hizo sonrojar, sin dejar de sonreir me hice a un aldo para poder dejar que ingresara en la casa:
-Hola Drew; es una placer volver a verte, pasa.

Sonreí al ver a Anael abrir la puerta y me sonrojé, tanto tiempo sin verla y me parecía muy hermosa, entonces al escucharla decidí entrar y responder. -Hola Anael, el placer es mío, estás... preciosa. Dije sonriendo y sonrojándome por lo que le había dicho y me acerqué para darle dos besos y pudiendo notar que olía muy bien, quizás haya hecho lo mismo que yo, prepararse para este momento, yo al menos estaba nervioso y no sabía si habría cambiado en todo este tiempo pero lo que si era cierto era que teníamos que contarnos muchas cosas, y una vez dentro miré su casa imaginándome que no vivía con nadie, al menos no con pareja, ¿tendría? esperaba que no, ¿por qué esperaba eso? quizás sabía la respuesta pero ni se me pasaba por la cabeza para no empeorar mis nervios.

Cuando entro y comenzo a mirar en la casa no pude evitar sentirme nerviosa, me había asegurado de que todo estuviera perfecto, pero no estaba segura de que todo fuera así ahora, cuando dijo que estaba preciosa no pude evitar sonrojarme, ¿de verdad pensaba eso de mi?, esa idea hizo que dejara salir una risita nerviosa, él era simplemente perfecto y era el unico que siempre podia ahcerme sentir mejor, la ultima vez que había reido había sido antes de la muerte de mi madre, ese recuerdo me hizo sentir algo triste, era mejor pensar en otra cosas:
-Y...¿cómo has estado, que ha sido de tu vida?

Sonreí escuchàndola y la miré a los ojos. -Pues bien, estoy... bien, pensé que nunca te volvería a ver aunque nunca dejé de pensar en ti. Dije sonriendo y me sonrojé por lo que dije, ¿que había dicho? podría malinterpretarlo, seguro que lo hará, aunque técnicamente es cierto, apenas la recordaba pero siempre pensaba en ella, nunca la olvidé y no lo haría nunca, entonces miré al suelo evitando su mirada para que no supiera que estaba sonrojado y algo nervioso, quizás estar a su lado me hace decir esas cosas, sin pensar, esperaba poder aclararme, nunca lo pensé pero desde pequeño me gustaba estar con ella y ahora podía confirmarlo con seguridad, tanto tiempo echándola de menos y ahora que por fin la he vuelto a ver, me he alegrado tanto de saber que estaba bien y esperaba saber que tal le fue a ella. -¿Y a ti? Pregunté mirándola a los ojos intentando no ponerme más nervioso de lo que ya estaba.

Su respuesta me hizo sonrjar otra vez, él era increible, yo tampoco había podido olvidarlo, él siempre estaba allí cuando yo pensaba en como sería el chico con quien me gustaria compartir mi vida él era la primera imagen que me venia a la mente.
Cuandpo me vio a los ojos no pude evitar sonrojarme aun más, finalmente me consentré en responderle:
-Pues...desde la muerte de mi amdre me he sentido muy sola, pero a excepcion de eso todo me ha ido bien, incluso he hecho un par de audiciones para comenzar una carrera como cantante, claro que no me fue muy bien, la mayoria de chicos que me ofrecian ayuda para eso querian que les apgara en especias-solte una risita nerviosa-la verdad es que siemrpe confie demasiado en al gente, nunca cambié en ese sentido.

Sonreí escuchando su comentario y me acerqué un poco más a ella acortando la distancia de los dos y seguí mirándola a los ojos. -Entiendo, entonces... aún no tienes a alguien ¿no? ya sabes, una... pareja. Dije mientras la miraba y desvié mi vista al suelo algo sonrojado por la pregunta y pensaba, deseando que no tuviera pareja, quería ser yo, en realidad más de una vez deseaba reencontrarme con ella, cuando me imaginaba mi futuro la veía a ella y no sabía porque, no lo entendía o no quise creerlo pero lo sospechaba y no quería decírselo sin saber que sentía ella, nunca tuve una novia algo normal, todas eran humanas y no como yo, quizás alguna no lo fuera pero era extraño, me sentía mejor con Anael que sin ella, aún en mis citas siempre aparecía ella, mis recuerdos de niños junto a ella siempre me invadían.

Cuando me preguntó aquello simplemente me quede en silencio, la verdad era que no, de hecho nunca había tenido u novio ni nada por el estilo, era ridiculo considerando que tenia 27 años, nunca había tenido un novio a pesar que desde un principio muchos chicos me habían invidato a salir y cosas por el estilo, pero cuando intentaba buscarles cualidades sin importar cuan buenos fueran siempre los comparaba con Drew y ninguno podia siquiera acercarse a lo que él era, simplemente me sonrojé y negué:
-No; no tengo pareja, la verdad es que ... creo qeu aún no he conocido a nadie lo suficientemente especial como para tener una pareja.
Esa era tecnicamente la verdad, además de él nbo habia conocido a nadie tan especial como para tener una pareja.

Sonreí mirándola contento al escuchar su respuesta. -Que bien, es decir... que mal que no tengas pareja, yo ahora mismo tampoco, lo intenté varias veces pero no salió bien nunca, te parecerá una locura pero... no paraba de recordar cuando estábamos juntos y esas cosas, es una tontería, perdona. Dije sonriendo mientras miraba al suelo y caminando sin rumbo fijo por el salón y sin saber que más hacer o decir, no entendía que pasaba, parecía como si quisiera decírselo alto y claro pero al principio siempre me costaba abrirme y aunque fuéramos amigos de la infancia, ahora mismo la quería de otra manera, me sentía.... atraído por ella.

Las palabras de Drew simplemente me hacian sentir extraña, al principio parecia estar feliz de que yo estuviera sola y eso me hizo sentir...¿feliz?, luego se retracto y eso hizo que me desalentara un poco, cuando dijo que él tampoco tenia pareja no pude evitar sonreir; en especial cuando dijo que no apraba de recordar cuando estabamos juntos, aunque luego dijo que era una tonteria, esa tonteria segun él , me hizo sonreir:
-No...n es una tonteria, yo tampoco he dejado de recordar cuando estabamos juntos, fueron algunos de los dias más felices de mi vida.

Escuché lo que decía y sonreí. -Yo... también, en realidad fueron los mejores de mi vida, sin preocupaciones y a tu lado. Dije sin pensar y sonreí mirándola, luego desvié la mirada al suelo pensando en que más decir o hacer, pero no se me ocurría nada, pensé rápido que podría decir pero me quedé completamente en blanco pensando en Anael, estaba en su casa, mucho tiempo sin vernos y solo podía pensar en estar a su lado, junto a ella. -Y... ¿vives sola? Pregunté para saber si vivía con alguien más, quizás no estaría tan nervioso pero la verdad es que querría al menos estar a solas con ella.

Sonreí y me sonrojé con sus palabras; la verdad era qe sin darme cuanta cuando, como o donde, me había enamorado perdidamente de él, ese cariño especial que sentía pro él cuando eramos niños con el tiempo se había convertido en amor, el amor que sientes cuando encuentras a la persona con quien quieres pasar el resto de tu vida, ese era el amorq eu sentia por Drew, sonreí y le respondí.
-Mi madre murio cuando yo tenia 19 y desde entonces he vivido sola.

Oí que su madre había muerto cuando tenía 19 años y desde entonces había vivido sola, y eso significaba que estábamos solos en su casa y me sonrojé un poco tan solo de pensarlo y miré de reojo a Ana. -Entiendo, siento lo de tu madre, quizás pueda visitarte más a menudo para que no te sientas tan sola y salir a tomar algo o... bueno, lo que tú quieras, si quieres claro, ¿qué te parece? Pregunté y esperando su respuesta pensaba en lo feliz que me sentiría si pudiera salir con ella aunque sería demasiado bueno, una chica como ella saliendo con un tipo como yo, ella es demasiado buena y al parecer ha sufrido bastante, esperaba poder aliviarla de alguna manera e intentar hacerla feliz de alguna forma.

Suspiré algo triste recordar a mi madre me ponía triste, el saber que estaba sola en el mundo dolía, pero tal vez, solamente tal vez, ahora yo no estaría sola; ahora había recuperado a un viejo amigo, amigo, esa palabra tenia un sabor algo amargo para mi.
Cuando él dijo lo de ir a tomar algo o salir sonreí, la verdad era que me encantaba esa idea, definitivamente más de lo que me gustaría admitir:
-Pu...pues si , claro que me gustaría salir contigo un día, como en los viejos tiempos, como dos amigos
Otra vez la palabra "amigos" tenia un sabor amargo.

Oí lo que me decía y asentí, me alegraba que quisiera salir conmigo pero el escuchar la palabra amigos, sentí como si me doliese el corazón, pero intenté ocultarlo, no quería que pensara nada malo sobre mi, entonces decidí mirarla a los ojos sonriendo pero mi sonrojo había desaparecido tras oír la palabra amigos, pero decidí intentar arreglarlo y me acerqué a ella lentamente poniéndome justo delante y acaricié su pelo mientras la miraba fijamente y luego acaricié su mejilla con suavidad. -Ana, la verdad es... es que... bueno, desde hace tiempo yo.... Dije intentando hablar sin interrupciones pero se hacía difícil, desvié la mirada al suelo y volví a mirarla a los ojos intentando aguantar esta vez. -Quisiera que supieras que yo te.... desde siempre tú me.... Esto era imposible, ¿cómo la gente podía declararse con tanta facilidad? me resultaba imposible decir claramente que me gustaba, no quería perder su amistad, quizás deba olvidarlo. -Olvídalo, no es nada. Dije y me separé de ella dándole la espalda pensando en lo que había estado a punto de hacer, podía haber acabado con nuestra amistad pero la amaba desde siempre y no sabía como demostrarlo.

La cercanía de Drew, su caricia en mi cabello, la forma en la que parecía querer decirme algo y no podía hacerlo hicieron que me sonrojara, algo en mi interior me pedía que le dijera que me gustaba, que le besara que me olvidara del pánico y gritara lo que sentía pro él; pero otra me pedía que callara, si bien existía la posibilidad de que yo fuera correspondida también existía la posibilidad contraria.
Lo escuché en silencio esperando saber que era lo que quería decirme cuando dijo que lo olvide, definitivamente no podría hacerlo, estaba casi segura de que él sentía lo mismo que yo, pero...pero debía dejar de dudar, muy nerviosa me acerqué a él, como me daba la espalda tuve que caminar un poco más para quedar frente a él, baje la mirada para que no viera que estaba sonrojada y sin decir anda lo besé, era un beso tierno, casi solamente un contacto, no tenia ni idea de si lo estaba haciendo bien o no pero me gustaba la sensación, luego de unos minutos me separé:
-Me gustas, me gustas desde siempre; no tienes que corresponderme, solamente quería que lo supieras, espero que si no me correspondes aun podamos seguir siendo amigos.

Al girarme, pude oír como luego se acercaba, quizás para pararme pero se puso delante y para mi sorpresa me besó, y lo bueno vino al separarse, me dijo que le gustaba, que le gustaba desde siempre y que no tenía que corresponderla ¿estaba de coña? nunca he podido dejar de pensar en ella, me alegra que quisiera que lo supiera aunque eso de amigos no me gusta esa idea, quería ser algo más. -Anael... no quiero ser tu amigo, nunca he querido, lo que quiero decir es... Dije mientras pensaba en que más decir y solo podía corresponder el beso y lo hice dulcemente para luego separarme lentamente de ella y decirle... -Estoy enamorado de ti Anael, siempre lo he estado y siempre lo estaré. Dije sonriendo esperando a que dijera algo sin saber que hacer o que más decir, suponiendo que en este momento las palabras sobraban, podía decirlo todo con la mirada que no quería nada más, solo la deseaba a ella.

Yo estaba más que nerviosa, odiaba esa sensación; pero no podía evitarla, quería saber que sentía él por mi, cuando dijo que no quería ser mi amigo me puse muy nerviosa, los nervios desaparecieron cuando me besó, no podía creerlo, él me había besado.
Escuché atenta lo que había dicho sin poder dejar de sonreír, él sentía lo mismo que yo, no podía ser más feliz que en ese momento, sonreí:
-Yo también te amo
Lo miré a los ojos, yo estaba feliz, muy feliz de ser correspondida, ¿acaso podía haber algo mejor?, me acerqué a él muy nerviosa y volví a besarlo.

Sonreí al escucharla y de nuevo me besó, aunque me sonrojé correspondí el beso dulcemente con ganas y la abracé mientras sin querer pensar que tendríamos que separarnos, solo quería no dejar de abrazarla por ahora, tantos años deseando que estuviera conmigo, miedo de que encontrara a otro y de perderla para siempre, y ni siquiera me atreví a decirle nada hasta que empezó ella, pero me alegraba haber demostrado cuanto la quería y me separé lentamente de sus labios. -Supongo que esto nos hace pareja... so-somos... somos novios. Dije sonrojado. -Que bien suena ¿no crees? Dije sonriendo y la volví a besar abrazándome más que antes como si fuera la última vez que la viera, pero la amaba tanto que nunca podría describirse, me alegraba tantísimo de saber que sentía lo mismo y más al saber que se atrevió a hacerlo, ¿me esperó todo este tiempo? yo siempre pensaba que nunca estaría por mi, la veía tan inaccesible que intentaba estar con otras pero nunca la olvidaba y me alegro, porque ahora puedo ser feliz a su lado y lo más importante, hacerla feliz a ella estando conmigo.

Cuando él me correspondió al beso simplemente dejé que él me guiara, era todo cono mágico, como si al contacto de sus labios el universo entero desapareciera; cuando se separó de mi yo estaba muy sonrojada, algo nerviosa escondí mi rostro en su pecho, no quería alejarme nunca más de él, tantos años viviendo con la duda de si algún día lo volvería a ver me habían hecho desear nunca alejarme de él una vez volviera a encontrarlo, lo siguiente que dijo me hizo sonrojar aún más:
-P...pues creo que si...esto nos hace novios-levante la mirada y me acomodé el cabello que cubría parte de mi rostro-s...si, eso suena muy bonito.
Volvió a besarme y yo le seguí en el beso, yo no sabía que era lo que estaba haciendo, si lo hacía bien o mal, pero al contacto de sus labios todo perdía importancia, desde la última vez que nos habíamos visto yo nunca dejé de pensar en él, yo siempre lo esperé, siempre que algún chico se me acercaba o algo parecido nunca me parecía suficiente, nunca comparado con él, ahora que lo tenía junto a mi me daba miedo no ser lo que él esperaba de mi, pero temía aun más volver a alejarme, estaba dispuesta a todo por él; lo besé pasando mis brazos alrededor de su cuello y sonreía, claro que con el beso no se me notaba, estaba feliz a su lado y esperaba poder hacerlo feliz.

Sonreí escuchándola y mientras la besaba seguí sin despegar mis labios de ella, pues no quería aunque tenía que separar nuestros labios para poder decir cuanto la amaba. -Ana... debo decirte que siempre te amé, nunca pensé en la posibilidad de que podrías estar por mi, pensaba que te gustaba otro o que nunca te fijarías en mi, siempre quise hacerte feliz pero nunca me atreví a contarte lo que en verdad sentía por ti, hasta ahora. Dije sonriendo y alcé una mano para acariciar su mejilla con suavidad. -Te amo Ana, y espero hacerte feliz, quiero ser todo lo que quieres. Dije sonriendo y acerqué lentamente mis labios de nuevo a los suyos para besarla dulcemente mientras acariciaba su mejilla.

Cuando se separó de mi para hablar yo estaba muy sonrojada y casi sin poder respirar por la emoción y el beso, sonreí y lo escuché; todo me parecía demasiado irreal, ambos nos amábamos y apenas ahora nos atrevíamos a decirnoslo; eso era para reírse, yo no sabía que decir, no podía encontrar las palabras adecuadas así que me limité a sonreír y dejar que volviera a besarme, sus besos eran dulces y cálidos; me alejé de él apenas un minuto para hablar:
-Yo...yo también te amo, eres él único chico a quien he amado en mi vida, y eres ...eres el primer novio que tengo, puede sonar estúpido, pero nunca he estado con nadie, siempre que conocía a alguien tu recuerdo aparecía y pues nunca eran lo suficientemente buenos-me sonrojé, me sentía muy tonta por todo eso-yo nunca...nunca he...-no podía seguir hablando, pero no era como se necesitaran más palabras para que él entendiera-siempre te he esperado.

Sonreí escuchando mientras me sonrojaba por lo que iba diciendo, hasta que lo último que me dijo me hizo sonrojarme más aún, al parecer ella me estuvo esperando siempre, y yo idiota intentando olvidarla pensando con plena seguridad que nunca estaría por mi, pero pude responder sonriendo.
-Ana... siempre seré tuyo. Susurré en su oído abrazándome a ella, seguro que comprendía cuanto la amaba. -A decir verdad... nunca pensé que alguien como tú... una chica tan hermosa, muy buena y con infinidad de virtudes podía fijarse en alguien como yo, por eso intenté olvidarte, me dolía pensar que nunca podría estar contigo, pero todas las relaciones que tuve fallaron, aunque nunca lo dije, siempre, cada día pensaba en ti, no podía seguir con ellas por lo que ahora me alegro tenerte conmigo, no quiero separarme de ti, quédate conmigo, por favor. Dije sonrojado y sin separarme de ella, esperando su respuesta y sintiendo ganas de volver a besarla, apenas pasó un par de minutos y ya echaba de menos sus labios con los míos. -Te quiero Ana, te amo y quiero que sepas que soy todo tuyo. Dije sonrojado por lo que decía pero acariciando su espalda en el abrazo.

La palabras de Drew me hacían sonrojar y comprobaban que yo no había hecho mal en esperarlo, sabía que definitivamente nunca me arrepentiría de ello, yo amaba a Drew lo había amado desde que eramos niños, no podía imaginar mi vida sin él ahora que al fin lo tenía junto a mi; cuando escuché lo que me dijo sonreí:
-Yo...yo tampoco quiero separarme de ti, quiero pasar todo el tiempo posible junto a ti, te amo, Drew-al sentir su mano en mi espalda me puse nerviosa; volví a besarlo sonrojada, luego de unos minutos me separé sonrojada-yo también soy tuya; mi corazón y mi alma te pertenecen desde siempre; mi...mi cuerpo...mi cuerpo será tuyo cuando tu lo desees, nunca permitiría que nadie más me tocara.
Nunca me había tan nerviosa en toda mi vida; aquello había sido una estupideces, de seguir hablando seguramente hubiera hecho el ridículo; en silencio volví a besarlo, sentía que todo mi cuerpo temblaba de emoción por estar cerca suyo.