Tras mi llegada, despejandome (Alastor)

Hacia unos minutos que había llegado a este sitio, pero ni sabía dónde me encontraba. Eran las doce pasadas del medio día y no había dormido nada en toda la noche, en mi afán por llegar ya a algún sitio donde asentarme de una vez por todas, tras mis más de cien años de búsqueda. Estaba que me caía de sueño, pero aun no iba a dormir, así que caminaba por las calles buscando algún lugar donde tomarme un café. Por suerte mi parte humana admitía comida de humanos, que escasas veces tomaba. Entre en la primera cafetería que vi y me senté en un banquillo junto a la barra.
-Un café solo, por favor. -Pedí al camarero antes de dejarme de caer sobre mi mano en la barra.

Cuando me trajeron el café, dije un simple gracias al camarero y cogí el sobre de azúcar que me venía con la taza del café, lo abrí, vertiéndolo en el café y empecé a removerlo, con un suspiro cansado. Tenía tanto sueño, que esperaba que esto hiciera efecto y me espabilaba un poco, iba a pasar el día despierta, debía alquilar alguna habitación de hotel barato a ser posible, ya que no tenía mucho dinero. Le di un trago al café e hice una mueca, la sangre sabía mucho mejor que esto, pero bueno.

Tome otro trago del café y suspire hondo, recordando aquel maldito día que conocí a mi miserable padre e hice una mueca de desprecio, asqueada. Pero sacudí la cabeza con un suspiro de resignación. Ese jamás seria mi padre, me avergonzaba de el hasta lo más hondo de mi ser. Bebí otro trago del café y cerré los ojos, tratando de concentrarme solo en mi tía y mi madre que dio la vida por mí, hice una mueca de dolor al pensar en ella, ellas eran mi única familia, y ambas habían fallecido hace mucho.

Me recompuse al oír la voz de un chico que parecía hablarme a mí, y abrí los ojos rápidamente, mirándolo. Volví la vista a mi café, y me enderece en el banquillo antes de decidir si responderle o no.
-Más bien, una mala racha, que no parece que acabe nunca. -Dije con un suspiro resignado, con voz dura y fría, jamás debería bajar la guardia, debía recordarlo. Le di un trago al café, casi terminándomelo.

Lo escuche y suspire sacudiendo la cabeza, ojalá que eso fuera cierto. Vi que terminó el zumo y salió del bar. Termine mi café de un trago y tras pagarlo, salí corriendo tras el, alcanzandolo en nada. El sol tan brillante de hoy empezaba a hacer efecto en mi piel y me debilitaba, aunque no tanto como a un vampiro completo. Por suerte el café me había dado energías.
-Perdone. ¿Podría ayudarme usted? Acabó de llegar y necesito un hotel barato donde alojarme un tiempo. ¿Conoce alguno? -Pregunté lo más amable que pude, antes de aclararme la garganta, mi voz sonaba algo ruda, pues llevaba mucho sin decir más de una frase seguida.

Asentí escuchándolo, memorizando las direcciones que tenia que tomar.
-De acuerdo, muchas gracias. Es usted muy amable. -Dije sonriendo levemente, la primera sonrisa en mucho tiempo. Creía poder llegar bien. Asentí para mi misma girándome en la dirección que el me había dicho.

Me detuve al ver que volvió tras de mi para decirme que no era por aquí.
-A ver si te aclaras. -Dije de malos modos, mirándolo sería- ¿Entonces es por allí? -Pregunte señalando el otro camino, algo exasperada. Quería llegar ya al hotel.

Off: ¡¡Perdón!! Se supone que mi personaje es así -.-

Sonreí lo más educada que pude.
-Gracias. -Dije rudamente y eche a caminar, esperaba que en la dirección correcta. Suspire deteniéndome y me gire hacia el- Lo siento, no tengo costumbre de tener compañías agradables. Perdóneme. -Dije mirándolo y suspire- ¿Sería tan amable de acompañarme? Necesito llegar a ese hotel cuanto antes mejor. -Dije mirándolo, tratando de ser amable. No me convenía perderme, con este sol.

Asentí y corrí tras él, adaptándome a su ritmo con facilidad durante el breve tiempo hasta que llegamos al hotel. Asentí echando un vistazo a la fachada. Encontraría un trabajo, esta noche, cuando el sol se escondiera.
-Gracias. -Dije dirigiéndome hacia la parte techada, que el sol no me diera de lleno- Creo que aún no le dije mi nombre, que descortés por mi parte. Soy Christie. -Dije simplemente, mirándolo. Mi habla era bastante antiguo, pero me daba igual, no iba a cambiarlo. Yo no era de esta época, y me crie con otros modales.

Off: No hacia falta tan rapido, pero bueno xD

Escuche que se presentó como Alastor y asentí. Pregunto si no necesitaba algo más y negué con la cabeza.
-No, creo que aquí estaré bien, pero gracias. -Dije mirándolo seriamente, ya que yo rara vez sonreía tras lo ocurrido con mi desgraciado padre. Fruncí el ceño automáticamente, como cada vez que me acordaba de él.

Off: Ya veo jajajaja
No sé cómo alargar el tema xD

Asentí sonriendo cortésmente.
-De acuerdo, muchas gracias. -Dije y entre adentro, las puertas del hotel eran automáticas y se abrieron con mi paso. Me acerque a recepción y pregunte el precio de una habitación por un día y una noche, esta noche ya vería si encontraba algo de trabajo. El precio me pareció razonable, así que pague lo que me correspondía y me dirigí al ascensor. Toque el botón, y me deje de caer sobre la pared, esperando a que llegara a esta planta y se abriera. Tenía mucho sueño, aunque tal vez se debiera a que ya estaba muy cansada de antes cuando me había expuesto al sol.