Almorzando (Alastor)

Caminaba a su lado, agarrada de su mano durante el trayecto y lo miraba de vez en cuando, era demasiado bueno para ser cierto que ahora fuéramos pareja, me parecía un sueño del que despertaría muy pronto, y su mano se sentía tan cálida junto a la mía.. A los diez minutos habíamos llegado a mi casa, pues mis padres me habían comprado una casa lo más cercana posible a la playa, por si pasaba cualquier cosa, llegar rápidamente a la playa, o en caso contrario a casa. Saque la llave de mi mochila y abrí la verja metálica sonriéndole.
-Aquí es. -Dije mientras caminaba hasta la puerta y la abría.

Sonreí mientras se levantaba y sin soltar mi mano, fuimos hasta el sofá que había en el salón. Se sentó y me sentó a mi sobre sus rodillas, como estábamos antes, y después empezó a besarme. Le seguí el beso dulcemente, mientras entrelazaba los dedos de nuestras manos que aún seguían unidas. Alce mi mano libre hasta su nuca, acariciandolo y a la vez jugando con su pelo entre mis dedos. Era demasiado perfecto para ser real, sus besos sabían tan dulces que lo echaría de menos cuando se fuera.

Noté como acariciaba mi cabello y con la otra mi cintura, era agradable notar sus caricias, en especial notar su mano en mi cintura. Continué besandolo dulcemente, subiendo mi otra mano a su nuca, abrazandome a él. Sus besos sabían demasiado bien. Jamás había estado tan feliz que en este momento, abrazada a él, con sus labios junto a los míos. Además, empezaba a tener calor.

Sonreí al notar que bajo su mano acariciando mi mejilla, mientras que con la otra acariciaba mi cintura muy despacio. Continué besándolo dulcemente, por nada del mundo quería separarme de sus labios. Sus caricias, sumado a sus besos, era realmente agradable. De mientras lo besaba, baje mis manos de su nuca, acariciando muy levemente su espalda, bajando muy tímidamente hasta su cintura.

Me ruborice levemente al notar que la mano de mi cintura subió por mi espalda acariciando muy levemente, debía haber notado el broche de mi sostén, y eso me puso nerviosa, pero parece que no le dio importancia, decididamente no se parecía en nada a cualquier otro chico, era muy inocente, y eso me gustaba de él. Continúe besándolo con dulzura, sin cesar mis caricias en su espalda, mientras me abrazaba más a él.

Note que se acercaba aún más a mí, y me ruborice notablemente. Continúe besándolo, sin dejar de acariciar su espalda, con la respiración acelerada, y cada vez más acalorada. Estábamos tan pegados, que no notaba espacio ninguno entre nosotros, y además notaba algo raro bajo mis piernas, pero no me atrevía ni a especular, estaba muy nerviosa.

Continúe besándolo, tratando de calmar mis nervios, aunque era imposible de regular mi respiración, estaba demasiado bien para querer parar. Baje mi mano, acariciando su espalda, aunque al llegar a su cintura introduje mi mano bajo su camiseta, deseando notar su piel con la mía, solo esperaba que no le molestara, no quería estropear el momento.

Continúe besándolo cuando note que introdujo una mano bajo mi camiseta el también, y no pude evitar jadear, pues eso me gustaba. Allá donde su mano rozaba mi piel, esta parecía más cálida que el resto de mi cuerpo, era agradable notarlo. Cada vez tenía más calor, la temperatura de mi cuerpo subía con su roce, y eso me ponía algo nerviosa.

Note que intensifico tanto sus caricias en mi cuerpo, como sus besos, y eso me gusto incluso más. ¿Podía el notar eso acaso? Me ruborice ante ese pensamiento. Pero seguí besándolo más intensamente, cada vez me sentía mejor, es más empezaba a tener demasiada calor, empezaba a sobrarme algo de ropa. Sus besos y sus caricias empezaban a.. ¿excitarme? ¿Realmente era eso lo que me pasaba? Jamás había hecho nada parecido y no tenía ni idea de este tema, pero empezaba a creer que podía ser eso.

No pude evitar que un jadeo saliera de mis labios, mientras continuaba besándolo. Sus caricias en mi espalda y sus besos me gustaban cada vez más. Cada roce suyo, hacia arder mi piel. ¿Seguiríamos adelante? Porque yo al menos no quería parar, no ahora, a pesar de estar muy nerviosa. Me separe de sus labios muy levemente, observando sus ojos, bastante nerviosa por lo que pretendía preguntar.
-Alastor, eh… yo… Jamás hice nada parecido y, bueno, a decir verdad no quiero parar ahora. Bueno, esto es muy vergonzoso para mí, pero… -Dije jadeando, con la respiración entrecortada, deteniéndome para suspirar hondo, y baje la vista, notando como mis mejillas ardían de rubor- ¿Vamos a continuar hasta el final? Porque de no ser así, deberíamos parar, no quiero quedarme con las ganas, ni dejarte a medias.

Alcé la vista al escucharlo y observe su rostro. El quería seguir, pero parecía confundido, no parecía saber como seguir y eso me puso nerviosa, pues yo debería ayudarlo a que supiera como seguir.
-Yo no se mucho tampoco, soy sirena y esto es un acto muy humano. Es algo muy instintivo, es algo natural. Sólo déjate guiar por tus sentimientos y por tu instinto y saldrá sólo, no tengas miedo ni te preocupes. Sólo disfrutaremos el momento y descubriremos lo que necesitemos saber, ¿vale? -Dije mirándolo ruborizada, sintiendo como mi corazón estaba muy acelerado, de los nervios.

Sonreí levemente, asintiendo.
-Claro, lo dejamos entonces. ¿Quieres ver una película o que deseas hacer ahora? -Dije sacando mis manos de debajo de su camiseta, esperando que el hiciera lo mismo para sentarme a su lado simplemente, esperando también para ver que haríamos.

Saco sus manos de mi camiseta y me aparte de el, viendo como se levantaba. Escuche su propuesta y asentí sonriendo.
-Claro, me encantaría. -Dije sonriendole y me levanté yo también, poniéndome en pie, acercandome a el para besar su mejilla dulcemente.

Le seguí el beso unos breves segundos antes de que separara de mi y le sonreí, despidiendome de el antes de verlo irse. Cuando se fue, subí las escaleras hasta el baño que tenía arriba, para darme un baño, que me apetecía.