En busqueda de trabajo (libre)

Tras salir de casa de Alastor, donde actualmente vivía, solo temporalmente. Le debía mucho, gracias a él, había podido dormir en una cama y no en el suelo de cualquier sitio, o en el bosque donde había dormido últimamente. Me sentía renovada, hoy encontraría trabajo, o eso esperaba. Caminaba por las calles, observando los escaparates de las tiendas y bares o restaurantes, buscando si en algún sitio buscaban dependienta o camarera, o algo en lo que poder trabajar.

Una vez llegamos al hotel, espere a que hablara con el de recepción mientras observaba el hotel con curiosidad, curioseando cada esquina que veía. Cuando termino y vi su gesto, camine de nuevo hacia él y asentí escuchándolo.
-Vale. -Dije simplemente mientras caminaba tras el siguiéndolo.

Subí con el hasta una habitación y cruce los brazos a la espalda, escuchándolo mientras sacaba una carpeta azul y varios folios. Me enseño dos imágenes, con dos uniformes. Las cogí, observándolos detalladamente los dos. Señale uno de ellos.
-Este me gusta más. -Dije señalando en de las mangas cortas, no enseñaba mucho y además era más bonito, el otro era un poco soso.

Lo escuche y asenti. Era lógico.
-Mi talla es la S, tanto de camiseta como de pantalón. -Respondi antes que llamaran a la puerta, trayendo todo lo que el había pedido, supuse. Asenti al escucharlo y me dirigí al carrito. Cogí la bandeja y puse los cuatro vasos en ella, y una botella también, como el me había pedido. La cogí con una de mis manos y camine con facilidad el trayecto que me dijo. Gracias a que era un ángel, esto era pan comido para mi.

Sonreí encogiéndome de hombros, claro que estaba de sobra cualificada, más de 80 años no pasaban en balde, al fin y al cabo. Mi cuerpo físico era muy joven, pero solo era la parte física. Deje las copas, la botella y la bandeja en su sitio de nuevo y fruncí el ceño al escuchar lo que dijo.
-¿El negocio? No sé si quiero saber de qué ira ese negocio. -Dije mirándolo mientras me cruzaba de brazos. Creía saber un poco por encima de que iba, ya que me dijo el tipo de local que era, y no estaba segura de querer saber más.

Asentí, mordiéndome el labio mientras bajaba la vista pensativa antes de mirarlo de nuevo.
-¿Podrías hacerme un pequeño favor? ¿Puedes omitir que tipo de local es donde trabajare, por favor? -Pedí mirándolo seriamente, eso era importante para mí. No iba a mentirle a Alastor, eso estaba claro, no sería capaz. Solo omitiría el tipo de local en el que trabajaría, eso no era mentir y aun así me sentía mal por ello.

Escuche su propuesta y asentí observándolo seriamente. Estaba segura de que Alastor no metería en problemas a nadie, eso si aceptaba hacer de mi tutor legal. Pero aun así me sentía incomoda en tener que ocultarle a él el tipo de local que era.
-No te preocupes, él no te meterá en problemas, estoy segura. -Dije mirándolo aun seria. No me hacía gracia tener que ocultarle algo a Alastor.

¿Mañana por la tarde? Eso era perfecto, tendría tiempo de sobra para decírselo. Asentí sonriendo levemente. Me odiaba por eso, me iba a costar trabajo hablar con Alastor.
-Claro, mañana por la tarde, sera perfecto. Allí estaremos. -Dije mirándolo sonriendo levemente, algo desanimada.

Asentí sonriendo levemente mirándolo.
-Gracias. Pues nos vemos mañana, supongo, ¿no? Algo mas que deba saber. Debo irme ya. -Pregunte mirándolo sonriendo mientras caminaba hacia la puerta de la habitación. Decididamente creía tener un buen jefe, me caía bien.

Asentí sonriendo y salí por la puerta, tras despedirme con un gesto de la mano. En verdad, aun no tenia ganas de volver a mi actual hogar, antes me daría una vuelta.